La fiesta navideña también se cuenta en miniatura en Plaza de San Pedro. Esta vez, los pesebres latinoamericanos se roban las miradas por la Navidad en el Vaticano.
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La exposición 100 pesebres en el Vaticano ocupa la columnata de Bernini y convierte el corazón del catolicismo en un recorrido por tradiciones, materiales y estilos de todo el mundo. América Latina tiene un lugar destacado.
La muestra reúne 132 nacimientos de 23 países. Hay obras de Europa, Asia y África. Sin embargo, los belenes latinoamericanos destacan por su color, sus texturas y su identidad cultural.
México y Brasil, en primer planoMéxico participa por primera vez como país anfitrión. Lo hace con un belén de gran formato donado por el estado de Chihuahua.
La obra está hecha en fibra de vidrio y pintada a mano. Representa al pueblo rarámuri, originario de la Sierra Tarahumara. El conjunto resalta su vínculo con la naturaleza, explicó a EFE María del Ángel Aguirre, coordinadora de Asuntos Internacionales del Gobierno de Chihuahua.
El pesebre incluye un árbol navideño con esferas pintadas a mano por artistas de Mata Ortiz. También suma elementos del paisaje serrano, como piezas de cestería y piñas de gran tamaño.
Brasil también capta la atención. Su belén llega desde el Santuario del Cristo Redentor, en Río de Janeiro. Los artesanos lo elaboraron con fibras de coco y banana, materiales propios del entorno tropical.
Ambas propuestas integran la tradición cristiana con recursos y símbolos locales.
Perú y Paraguay también dicen presentePerú participa con un pesebre del Cuzco. Los artesanos lo tallaron a mano en un solo tronco de madera, según fuentes de la embajada peruana ante la Santa Sede.
La obra refleja la cosmovisión andina. Las figuras recrean escenas de la vida cotidiana de los Andes y usan colores intensos.
Paraguay aporta una propuesta sobria. Combina técnicas tradicionales y materiales naturales en una reinterpretación simbólica del nacimiento de Jesús.
Estas piezas conviven con creaciones de otros continentes. Hay belenes japoneses hechos con papel, seda de kimono y tatami. También aparecen propuestas inusuales, como un nacimiento instalado en la parte frontal de un autobús urbano de Roma o dentro de un antiguo tambor de curtido.
La diversidad de materiales —vidrio, resina, lana y fibras vegetales— marca el recorrido.
Lo que dice el públicoLa muestra atrae a visitantes de distintas nacionalidades.
Pilar y Ramón, una pareja española, destacan la variedad cultural. Ella dice que la exposición “representa a todos”. Él resalta que está “muy bien preparada”.
María, visitante peruana, se emociona al ver el pesebre de su país. Para ella, estar presente en el Vaticano “significa mucho” y permite compartir su fe con el mundo.
Carolina y Eugenia, madre e hija argentinas, coinciden en que cada belén aporta identidad. “Cada uno muestra su historia y su forma de vivir la Navidad”, comentan.
La exposición permanecerá abierta en la Plaza de San Pedro durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, hasta el 8 de enero de 2026.
Con información de EFE
- Enlace externo: Ciudad del Vaticano
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